Soy el resultado de la suma de tensiones y ante la necesidad de tener un espacio donde encontrarme, decidí abrir este blog.
El nombre se deriva de la fruta con la que mejor me identifico: un limón. Su cualidad cítrica le permite ser un excelente acompañante del té o del tequila, aunque también puede ser el protagonista de limonadas. ¿Quién puede negar el placer gustativo de un limón recién partido bañado con sal? ¿O con azúcar? Delicioso! La Y representa los cambios de pensamiento, actividades, ánimo que fluctúa inevitablemente constantemente. La Z simboliza el factor tiempo, siendo la vida y el diario acontecer mi mayor inspiración.
Es un espacio propio y donde más personas podrán tener acceso. Escribir por el gusto de compartir y expresarme, como debe de ser: ¡claro y sin censura!
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