Inevitable recordarme de ti. Teníamos el pacto de que por insignificante que fuera, estaríamos el uno para el otro. La primera vez que entendí la trascendencia de ese pacto, fue una noche como esta.
Estábamos en diferentes ciudades, pero conectadas a veinte minutos en vehículo, una mosca loca ingresó a mi cuarto y no me dejaba dormir. Sabías que ese zumbido me volvía loca, mas porque cómicamente me moría de pánico de saber que ese inquieto insecto podría trabarse en mi pelo. Te mandé un mensaje y me llamaste inmediatamente, que habías encontrado el matamoscas y que venías en camino a matarla. Que determinación! Me reí tanto. Tuve que insistir para que desistieras de tu idea de salir a las tres de la madrugada y viajar hasta mi casa a cometer tan cruel acto. Eramos tan locos, que nos daba lo mismo el mundo completo. Vivimos en un mundo paralelo.
Que nostalgia a esos días. Estoy segura que tu también terminarás sintiéndote igual. Terminamos mintiéndonos? Tal vez no era mentira, porque para el de ese entonces, sigo presente y ese sigue presente en mi corazón y mi mente. Sin embargo, la situación ha cambiado y la disponibilidad también. Hoy entró otro insecto y ha sido inevitable recordarme de ti. Abrí a puerta para que saliera, le puse el cerrojo para asegurarme que jamás volverás a entrar.
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